Durante 2014 tuvimos noticia de un estudio del gobierno australiano, por medio del National Health and Medical Research Council (Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica), por sus siglas NHMRC, sobre los productos homeopáticos y que en un primer borrador ya alertaba de la ausencia de evidencias a favor de esta pseudociencia.
Abierto un periodo de consultas donde todas las partes interesadas (especialmente las favorables a la homeopatía) aportaron aquella información que estimaron necesaria, en junio de 2014 comenzó el análisis final del cual hemos tenido ahora la versión definitiva y su interpretación de las conclusiones y recomendaciones no pueden ser más claras y demoledoras:
«En base a la valoración de las evidencias sobre la efectividad de la homeopatía, el NHMRC concluye que no hay ningún problema de salud para el cual existan evidencias fehacientes de que la homeopatía es efectiva.
La homeopatía no debería ser considerada para el tratamiento de problemas de salud crónicos, serios o que puedan tornarse serios. Las personas que elijan la homeopatía pueden poner su salud en riesgo si rechazan o retrasan tratamientos para los cuales si hay buena evidencia de seguridad y efectividad. Las personas que aun así consideren usar homeopatía deberían recibir primero consejo de un profesional de la salud colegiado. Aquellos que usen homeopatía deberían avisar de ello a su profesional de la salud y deberían tomar cualquier tratamiento que les prescriba«.
El NHMRC, fundado en 1936, es el organismo oficial de investigación médica más importante de Australia, dependiendo del Ministerio de Salud de este país de alrededor de 23 millones de habitantes. Dentro de su responsabilidad como crítico y vigilante de las prácticas sanitarias de dicho país, y dentro de un plan estratégico, emprendió hace meses la labor de escrutar la documentación existente sobre la homeopatía, quedando abierto a la aportación de sus adeptos.
Si lo comparamos con la elaboración en España de un borrador sobre la regulación de estos productos a finales de 2013 las diferencias saltan a la vista: la mayoría de aportaciones en las consultas realizadas por el ministerio español fueron a fabricantes y entidades favorables a esta pseudociencia.
El informe del NHMRC
El objetivo del estudio era muy claro, dar respuesta a la pregunta «¿Es la homeopatía un tratamiento para problemas de salud comparándolo con nada (no homeopatía) o comparado con otros tratamientos?».
Se excluyeron informaciones del tipo «in-vitro», estudios en animales y en personas sanas. Esto último excluyó del análisis las supuestas capacidades de prevención de la homeopatía, las supuestas «vacunas homeopáticas» y un clásico de las encuestas «pro causa» homeopáticas: que ayude al bienestar. Tampoco se focalizó en su seguridad de fabricación.
Y todo con la finalidad de que aquellos australianos que finalmente se decidan por tomar estos productos tengan toda la información posible (es decir, libremente), no solo la que de forma sesgada o directamente inventada aportan los fabricantes que en Australia ya han tenido sus serios y lógicos problemas por publicidad engañosa.
Premisas del informe sobre homeopatía
«Cuando se valora la efectividad de tratamientos para problemas de salud no todas las evidencias tienen el mismo valor«.
Una frase sencilla del informe, pero que encierra uno de los grandes vicios de la fraudulenta mala ciencia de la homeopatía. Placebo, anécdotas basadas en sesgos, subjetividad, apreciaciones sesgadas del «homeópata» sobre la mejoría, etc. no sirven: no son ciencia. El informe deja claro que no acepta esa mala ciencia, y si que para que un tratamiento pueda ser considerado como efectivo:
– Las causas de dicha efectividad no deben ser explicadas solo por el efecto placebo.
– Hay que poder descartar que una mejoría de salud se deba al azar.
– El tratamiento contribuya de forma significativa a la salud de la persona.
– La mejoría por ese tratamiento ocurre de forma consistente en varios estudios (reproductibilidad)
Dentro de los estudios considerados se incluyeron los bien diseñados y realizados, no siendo necesariamente estos «doble ciego» o aleatorizados, lo cual añade al informe australiano bastante literatura que nosotros hubiésemos descartado.
Las fuentes de información que utilizó el comité que elaboró el estudio del NHMRC fueron de tres tipos (y/o su combinación):
– Revisión evidencial sistemática de revisiones sistemáticas publicadas sobre homeopatía, publicados entre 01/01/1997 y 03/01/2013. La elección de las revisiones a estudiar la realizó una empresa colaboradora del gobierno australiano, OptumInsight (Optum). Para los suspicaces comentar que esta empresa ofrece también servicios de «terapias alternativas».
– Revisión de las evidencias provistas por grupos de interés homeopático y por cualquier otra persona durante todo el proceso (al inicio del estudio, tras el primer borrador y durante la revisión posterior) Principalmente la Australian Homoeopathy Association, y la Australian Medical Fellowship of Homeopathy (que representa a doctores favorables a esta práctica)
– Revisión de guías prácticas clínicas, informes de gobiernos de otros países y otros informes. Entre ellos, un informe del gobierno del Reino Unido, de su sistema de salud, y un libro publicado por el gobierno de Suiza (que recordemos abrazó la homeopatía en referéndum)
Tras cada paso dado antes de sus consideraciones finales, la evaluación del NHMRC contó con una revisión externa por expertos independientes. La lista completa de lo revisado se puede consultar aquí.
Los datos revisados por la NHMRC
Se tuvieron en cuenta 57 revisiones sistemáticas que valoraban la efectividad para el tratamiento de problemas de salud de la homeopatía (de forma individualizada o clínica) comparándola con placebo u otro tratamiento. Estas revisiones abordaban 61 problemas sanitarios diferentes (se descartaron otros 7 que solo mencionaban condiciones de pasada) en un total de 176 estudios.
En la comparación de la homeopatía con el placebo se encontraron 13 problemas de salud para los cuales varios estudios decían que no era mejor que este. En otras 14 condiciones con varios estudios para cada una si parecía ser mejor que el placebo, pero los estudios eran de baja calidad o con pocos participantes (o ambas cosas) Y en 29 problemas sanitarios donde tan solo se halló un estudio por condición se repitió el problema anterior: baja calidad, pocos sujetos, o ambas cosas.
En la comparación de la homeopatía con otros tratamientos demostrados eficaces, en 8 problemas de salud la homeopatía pareció ser tan o mejor que el tratamiento comparado. Sin embargo los estudios no eran válidos para su consideración: baja calidad, pocos participates… o ambas cosas. Para otros 7 problemas sanitarios solo se encontró una revisión que (y sin sorprender ya a nadie) que examinaba estudios de baja calidad, calidad desconocida y/o número no adecuado de sujetos.
Estos exámenes se pueden consultar aquí.
En cuanto a la información aportada previamente al comienzo del estudio por grupos afines a la homeopatía y público en general, de los 343 artículos remitidos 234 se descartaron por no entrar en los criterios del informe. Otros 79 ya se incluyen dentro de los revisados anteriormente. Otros 21 fueron excluidos por criterios previamente indicados por el NHMRC. Lo cual resultó en 9 estudios sobre homeopatía sobre 8 problemas de salud. 5 no aportaron nada a condiciones ya abordadas (como otitis, depresión, etc.) y reincidieron en la pobreza de la calidad de los estudios. El lector avezado, tras este espectáculo constante de mala ciencia homeopática, puede adelantarse sin temor a suponer qué ocurrió con las 3 condiciones de salud restantes: problemas de calidad de los estudios. Es decir: la documentación remitida por sus seguidores se demostró no válida para apoyar a la homeopatía.
Por último, en cuanto a la información remitida durante la fase de consulta pública (tras la publicación del primer borrador) por parte de consumidores, grupos de consumidores, profesionales de la salud, practicantes de la homeopatía y organizaciones homeopáticas, del total de 153 artículos citados 94 fueron excluidos por estar fuera de los criterios iniciales de selección. Otros 17 quedaron fuera de los criterios establecidos por NHMRC para el estudio. 3 realmente eran solo 1 estudio (quedan 40)
En 14 condiciones médicas previamente evaluadas en el informe 16 estudios resultaron ser pobres, con riesgo de sesgo, etc. El único que pareció superior al placebo resultó tener un escaso número de sujetos de estudio. En 21 condiciones clínicas no estudiadas antes en el informe se evaluaron 24 estudios (todos favorables a la homeopatía) El resultado de aplicarles un examen riguroso: el conocido y repetido en este artículo hasta la saciedad.
Por último, sobre los informes gubernamentales, es curioso como pese a que su financiación en el sistema de salud del Reino Unido es un argumento manido por muchos homeópatas y sus seguidores, guías de práctica clínica financiadas por el británico desaconsejan su uso. Y también el informe del United Kingdom House of Commons Science and Technology Committee equipara la homeopatía con el placebo. Son detalles que, sin duda, obvian «pro causa» los seguidores de esta pseudociencia.
En cuanto a Suiza, los informes de que no era mejor que un placebo llevaron al gobierno a cesar en su financiación en el sistema público, aunque la presión popular condujo al referéndum donde se volvió a introducir. Esperemos que no se les ocurra hacer algo similar con la Ley de la Gravedad.
Conclusión: la homeopatía carece de evidencias
Traducimos las conclusiones finales del informe:
«No hay evidencia concluyente en la investigación en humanos sobre que la homeopatía sea efectiva para tratar los problemas de salud considerados [en el informe]. No hubo condiciones de salud para las hubiese evidencias de que la homeopatía fuese efectiva. Para algunos problemas de salud unos estudios mostraron que la homeopatía no fue más efectiva que el placebo. Para otras condiciones algunos estudios mostraron que era tan o más efectiva que el placebo, pero dichos estudios no eran creíbles. Para poder tener confianza en que los beneficios reportados sobre la homeopatía no se debieron al azar o al efecto placebo deberían ser confirmados por otros estudios bien diseñados, con un número adecuado de sujetos. Para el resto de problemas de salud no fue posible realizar conclusiones sobre la efectividad o no de la homeopatía al no ser suficientes las evidencias».
De ahí las recomendaciones del NHMRC que hemos trasladado al comienzo del artículo y en las que coincidimos plenamente, incidiendo en la recomendación de no usar homeopatía, un tratamiento pseudocientífico que puede llevarnos a mayores problemas de salud si sustituye a uno de verdad. Y nos lleva, con un 100% de seguridad, a una merma económica. Quizás deberíamos tener mucho más en cuenta lo que sucede a miles de kilómetros de España y tomar ejemplo porque, ¿dónde situarían hoy por hoy el centro de la racionalidad sobre la homeopatía en el mundo? ¿En el Ministerio de Sanidad en el Paseo del Prado de Madrid?
La información completa del NHMRC sobre el informe (aparte de la nota de prensa) la encontrarán (en inglés) aquí: https://www.nhmrc.gov.au/about-us/publications/homeopathy
Actualización 05/09/2019: El NHMRC ha hecho público (por la insistencia del sector homeopático) el borrador inacabado y sin corregir de un primer informe de 2012 que nunca vió la luz. Tal como indica con rotundidad la directora ejecutiva del NHMRC, la biomédica Anne Kelso, la pieza inacabada carece del respaldo de este organismo. Tampoco fue sometida a las prácticas que suelen llevar a cabo este organismo para asegurar su calidad (revisión metodológica, revisión experta, consulta pública, aprobación por su comité experto ni el de su Consejo rector entre otras), prácticas que sí se llevaron a cabo en el documento final de 2015 y que sí expresa su opinión sobre esta pseudociencia.
Por ello, el borrador publicado incluye anotaciones que señalan todos los problemas que llevaron a que, de mutuo acuerdo, rompiesen el acuerdo de realización del informe con este primer contratista y fuese necesaria la contratación de un segundo que, esta vez, sí llevó adelante esta tarea. Y viendo como en las anotaciones se señala, por ejemplo, que se omite cosas tan básicas como el riesgo de sesgo de los estudios incluídos, era más que comprensible la ruptura del acuerdo para que alguien competente realizase el informe.
Sin duda, los fans de esta práctica sin fundamento ni aval científico obviarán en lo posible (no tanto como quisieran por las anotaciones integradas en el documento) que lo publicado jamás podría considerarse un estudio ni sus conclusiones tenidas en cuenta lo más mínimo por los errores, carencias, problemas, etc. que detalla en NHMRC, sobre todo después de haber estado haciendo campaña para su publicación con el ansia, infundada, de obtener una pretendida prueba de efectividad de su azucarada práctica. Como siempre, será su huída hacia adelante mientras su industria multinacional se sigue diluyendo a pasos agigantados.
Este borrador, con sus anotaciones, y la declaración del NHMRC sobre el mismo se pueden consultar aquí (en inglés): https://www.nhmrc.gov.au/health-advice/all-topics/complementary-medicines
Hola Isidoro Martínez, me interesa saber cuál es la necesidad de tantas personas al dedicar tanto tiempo y energía para demostrar al mundo entero sobre la supuesta ineficacia de la Noble Terapéutica Homeopática. Si tan seguros están de que es un fraude, entonces déjenlo ahí ya no teman más, que al fin los engaños y los fraudes caen por su propio peso; las personas usuarias de la homeopatía seguramente dejarán de buscarla si no se curan, pero si se alivian, aún con todos los intentos de sus oponentes del pasado, del presente y seguramente también del futuro por desacreditarla la seguirán buscando y tomando.
Para mí queda claro que La Homeopatía, se está extendiendo a pasos agigantados por el mundo entero, cada vez más se ofrece esa carrera en más escuelas y universidades, por eso me atrevo a pensar que el temor de sus eternos perseguidores no radica realmente en el bienestar de los usuarios sino más bien en los grandes intereses económicos que existen escondidos bajo la Medicina Tradicional o Alópata.
Yo opino que la Humanidad enferma, tiene todo el derecho de elegir que tipo de tratamiento desea usar. Los pacientes, son seres pensantes y no se deben manipular.
Hola,
Usted misma da respuesta en su última frase a todos los argumentos falsos que componen su mensaje: «Los pacientes […] no se deben manipular».
Un saludo.
Estimada María:
te diré lo mismo que le digo a todos los defensores e la homeopatía. Haced una recogida de firmas para que Boiron haga un estudio serio, riguroso y científico de que la homeopatía funciona. Una vez se demuestre, estoy seguro de que la comunidad científica no tendrá ningún reparo en reconocerlo.
No obstante me voy a permitir adelantarme a los hechos y te voy a decir que Boiron nunca va a hacer ese estudio porque sabe que no iba a conseguir nada. Ahora la pregunta es ¿Por qué?
Un saludo.
Estoy de acuerdo con tu comentario. Si no les convence la homeopatía que sigan curándose con otros medicamentos y listo.
La homeopatía no ha probado jamás curar nada (y mira que sería fácil si lo hiciera), por lo que no puede considerarse «medicamento».
Creer que cura algo y usarla es poner en riesgo la salud.
Eso si, si sabiendo todo esto alguien desea jugar con su propia salud es muy libre de hacerlo siempre que no haya perjuicio para terceras personas.
La única evidencia de que la homeopatía sirva para algo es que multinacionales como Boiron facturan cientos de millones de euros al año por algo que sólo puede ser considerado como la mayor estafa médica del mundo: http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2011/10/homeopatia-y-multinacionales.html