En este segundo «enfrentamiento» pseudocientífico los contrincantes tienen un mismo argumento principal, aunque cada uno lo usa… «a su manera»:
Conspiranoia ondas vs magnetoterapia
Y es que lo que para una produce sanación, para la otra daña: las ondas electromagnéticas. Como ya comentamos en el correspondiente artículo sobre el delirio paranoide de la irracional aversión a las ondas que producen móviles, WiFi o las emisiones de televisión (http://quemalpuedehacer.es/dk/doku.php?id=wiki:miedos-conspiraciones:ondas-radio), las ondas electromagnéticas del rango de frecuencias de estos dispositivos son no ionizantes, y salvo un aumento de temperatura a corta distancia y gran potencia de las mismas son incapaces de alterar la estructura del ADN.
Y eso, por mucho que programas de televisión como «El Escarabajo Verde» de La 2 de TVE se empeñen (desde información sesgada, mentiras, falacias y ausencia de pruebas) de sus afirmaciones al decir (entre otras cosas) que si son perjudiciales. Decir algo desde una posición de autoridad no lo convierte en cierto. En este caso, si es una invitación a la irracionalidad y el desconocimiento sistemático desde un medio de comunicación público.
Como añadido, recordar que la mayoría de radiación electromagnética que recibe el cuerpo humano es de origen natural: el propio cuerpo humano produce estas ondas y también las recibimos del cosmos y de nuestro planeta.
Esperanza de vida: crece
Entonces ¿qué pensarán los creyentes de esta conspiranoia sobre la magnetoterapia? Esta pseudoterapia se basa en la aplicación de ondas electromagnéticas producidas por imanes o por corrientes eléctricas. Según sus seguidores (entre los que se encuentran numerosos fisioterapeutas) cuando hay una rotura de un hueso una corriente aparece para activar el proceso de unión y reparación, y aplicando más corriente se favorece el proceso de soldadura del hueso.
Sin embargo, el único efecto «positivo» que produce la magnetoterapia (en algunos casos nombrada como «par magnético») es el placebo: un ambiente relajado, una atención personalizada… y ningún efecto terapeutico directo, tan solo el psicológico conocido de otras pseudociencias. Es incapaz de hacer que un simple hueso del pié roto se recupere. Eso si, la radiación directa de estas inofensivas ondas sin duda debería poner en «alerta» a todo el cuerpo conspiranoico que usa gorros de papel de aluminio para evitar los supuestos peligros de la radio o el UHF.
Eso si, aunque algunos «magnetoterapeutas» lo obvien, su práctica conlleva riesgos en personas con marcapasos.
Otro «combate» nulo
¿Han leido o escuchado alguna vez que esta confrontación suceda? Seguro que no, y es que dificilmente una creencia irracional se enfrenta a otra en temas de salud.
De nuevo la falta de argumentos racionales y de evidencias científicas que apoyen a los «contrincantes» nos obligan a declarar el «combate» nulo, quedando la mencionada conspiranoia y la magnetoterapia empatadas con la homeopatía y orinoterapia en la clasificación con cero puntos.
Clasificación actual
√ -1. homeopatía (1st round) – 0 puntos
√ -1. orinoterapia (1st round) – 0 puntos
√ -1. conspiranoia ondas (2nd round) – 0 puntos
√ -1. magnetoterapia (2nd round) – 0 puntos
√ -1. osteopatía (3rd tound) – 0 puntos
√ -1. ozonoterapia (3rd tound) – 0 puntos
√ -1. biorresonancia (4rd tound) – 0 puntos
√ -1. ozonoterapia (4rd tound) – 0 puntos
Buen artículo. Otro más.
Una cosa que me hace gracia del royo este de las antenas, las ondas electromagnéticas y tal, es que son causa y cura para enfermedades como la fibromialgia. Según muchas páginas de dudosa ética (Dsalud, por ejemplo), una de las causas principales de la fibromialgia son las radiaciones «no naturales», pero puedes encontrar en esa misma página terapias para la fibromialgia basadas en la magnetotetapia. Vamos, todo un sin sentido… Bueno, la verdad es que tiene mucho sentido si te das cuenta de que solo buscan aligerarte la cartera.
Bendiciones y buenas noches.