Tercer artÃculo de la serie sobre el SÃndrome Tóxico. Esta crisis sanitaria de enorme dimensión y transversalidad sacudió España en 1981. Acceder al resto de artÃculos.
Pasado más de un mes de la primera muerte (Jaime Vaquero, 01/05/1981) España según saber la causa de la “neumonÃa atÃpica“. Ninguna de las numerosas hipótesis (algunas simples bulos) encajaba con el cuadro clÃnico. La alarma social era creciente y habÃa afectado al consumo de productos como verduras y frutas. Incluso algunos sacrificaron animales domésticos como perros o pájaros por el temor a un contagio.

Sede actual del Laboratorio Central de Aduanas (Madrid).
Horas después de su primera carta al ministro de Sanidad el pediatra Juan Manuel Tabuenca recibió unos resultados cruciales. El Laboratorio Central de Aduanas halló algo en unas muestras de aceites que Tabuenca remitió el dÃa 3 de junio. El doctor mandó de inmediato una nota al secretario de Estado de Sanidad (Sánchez Herguindey). Eran las 8 de la tarde del 10 de junio de 1981. La recoje Gudrun Greunke en su libro “El montaje del SÃndrome Tóxico” (que recibirá más adelante la pertinente crÃtica):
“Querido Sr. Secretario de Estado:
Le comunico que el resultado de la encuesta realizada entre sesenta enfermos de neumonÃa atÃpica es que toman aceite a granel de vendedores o mercados ambulantes al 100%. Todos ellos niños. De cincuenta encuestados sanos toman el 6,4% (de las consultas quirúrgicas). Me acaban de comunicar del laboratorio que encuentran en todas las muestras del aceite, acetil anilida, sustancias cuya toxicidad y mecanismos tengo que estudiar y comprobar.
Mañana, sin embargo, se continuarán estudiando estos datos en sangre ya que serÃa decisivo comprobar la presencia de esta u otras sustancias. Parece tratarse de un aceite muy mezclado y de baja calidad, no tiene marca y todos ellos de venta ambulante exclusivamente, no parece, en principio, que pudiera tener aceite mineral.”
El desconcierto del aceite
Alguien debió reconocer de inmediato la gravedad que entrañaba la presencia de anilinas. Y no solo por su toxicidad. Implicaba la existencia de graves alteraciones en el circuito alimentario. La Dirección General de la Salud Pública emitió esa noche un comunicado que llegó a aparecer en el último Telediario.

Desafortunado e inoportuno el entonces presidente del Atlético de Madrid.
A la mañana siguiente (11 de junio) lo recogÃa El PaÃs con el titular “Extraña nota de la Dirección General de la Salud sobre la neumonÃa atÃpica”. La noticia la firmaba el conquense Jesús de las Heras. “En la investigación epidemiológica sobre el brote epidémico de la neumonÃa atÃpica se ha detectado que en determinadas zonas se produce la venta ambulante domiciliaria de aceite a granel, sin marca ni ningún tipo de control, que parece proceder de una mezcla de aceites comestibles con otras sustancias prohibidas por la legislación vigente”. No vinculaba de forma directa la “neumonÃa atÃpica” con el aceite.
Durante el dÃa anterior habÃan surgido varios rumores, incluyendo el posible análisis de aceites. Al contrastar la noticia el periodista averigua que al concluir la última reunión en Sanidad (19h) no habÃa ninguna novedad. ABC recoge ese jueves alguno de los rumores. También la inutilidad (e incluso riesgo) de las bolitas de alcanfor para prevenir la afección.
Ampliaba la noticia La Vanguardia el 12 de junio de forma destacada: “Las autoridades sanitarias remitieron telegramas a todos los gobernadores civiles y a los alcaldes de todas las capitales de provincia para alertarles sobre una red de vendedores de aceite a granel cuya venta es ilegal y clandestina, y urgiendo su represión. Igualmente se dio la orden de detectar la presencia de los puntos de venta del aceite a granel, para proceder legalmente contra ellos.”
Tormenta en el Ministerio
El director general de Salud (Luis Valenciano) habló para la prensa: “Ayer empezaron a coincidir los datos, según los investigadores, en un número próximo al cien por ciento de los primeros encuestados. Estos datos son que las familias que han tenido enfermos, consumen un determinado tipo de aceite, cuya venta y procedencia son ilegales. Con toda seguridad este aceite no tiene marca y es un producto de venta a domicilio.”
El Ministerio de Sanidad no fue cauto al difundir la información. Los titulares tampoco lo fueron, tal como sigue sucediendo en la actualidad: “Residuos colorantes de anilina en el aceite, origen de la epidemia” (La Vanguardia), “Parece confirmarse que el aceite es la causa de la neumonÃa atÃpica” (ABC) o “Las aminas aromáticas son los productos tóxicos encontrados en el aceite relacionado con la neumonÃa” (El PaÃs).
La noticia causó gran revuelo. La falta de concreción en cuanto a los aceites señalados provocó una nueva crisis entre productores y consumidores. El Ministerio se vio obligado a remitir un nuevo comunicado que, sin embargo, mantenÃa el foco en los aceites fuera de la legalidad:
“En relación con la investigación epidemiológica sobre el brote epidémico de neumonÃa atÃpica, el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social informa de que el lunes [en referencia al 15 de junio], a las 12 de la mañana, se celebrará una reunión en la sede de la SecretarÃa de Estado para la Sanidad, con objeto de recoger los datos de la encuesta epidemiológica, cuyos resultados parciales continúan mostrando una aparente asociación entre el consumo de aceite sin marca, adquirido en venta ambulante o a domicilio, y la aparición de casos de neumonÃa atÃpica, sin que de esto pueda inferirse una relación causal determinante”.
Reunión en el Ministerio
Ese mal ejercicio de comunicación no fue una retractación. Entre las declaraciones encontramos unas que recogió Europa Press de fuentes cercanas al Ministerio: “los enfermos de neumonÃa atÃpica que han recaÃdo han sido por volver a tomar aceite a granel”.
Es un dato capital y que distancia (aún más) la investigación del aceite como posible causa de las hipótesis de Antonio Muro. Él carecÃa de elementos que estableciesen relación causa-efecto directa. Por contra, esta vÃa disponÃa de muestras de productos tóxicos (aceites) consumidos por los afectados.
La alerta sobre venta a granel (por lo general en garrafas de plástico 5 litros) comenzaba a dar frutos. Comienzan los requisos y siguiendo el circuito de venta se identifican algunos almacenes. Pronto se conoce que los almacenes Rael (en Alcorcón, Madrid) están bajo vigilancia. Quienes han tratado con esta empresa empiezan a vivir momentos de agobio ante lo que puede significar.
La reunión del dÃa 15 de junio estuvo dirigida por Luis Valenciano. En la mesa, más de 10.000 afectados sobre todo en la provincia de Madrid. Cerca de 3.000 seguÃan hospitalizados. Algunos más (sobre 3.300) trataban de mejorar en casa ya que los hospitales no daban abasto. Los muertos eran ya una treintena (más de 35 de forma oficiosa). El ritmo habÃa aumentado en los últimos dÃas.
Otra partida que termina en “tablas”
Este es el escueto comunicado dimanante de las largas reuniones de ese dÃa:
“1. Se destaca la asociación entre el aceite a granel de venta, ambulante y la aparición de casos de neumonÃa atÃpica en las familias que lo han ingerido.
2. Se trata de aceites mezclados procedentes de diversos orÃgenes, con presencia de productos tóxicos del grupo de las aminas aromáticas.
3. La repercusión clÃnica descrita para los tóxicos identificados hasta ahora no se corresponde plenamente con el sÃndrome actual, por lo que se hace necesario profundizar en la vÃa de investigación abierta.
4. Desde el punto de vista microbiológico, aunque sigue manteniéndose la observación de imágenes morfológicas compatibles con la presencia de un micoplasma, asà como la intervención de agentes vÃricos en casos aislados, no existe evidencia aún que permita atribuir el brote a un agente infeccioso conocido.
5. Se procura la clausura de almacenes y canales de distribución del citado aceite en colaboración con las autoridades de Agricultura, EconomÃa y Comercio, gubernativas y municipales.”
Fuentes cercanas eran mucho más directas y señalaban con menos dudas al aceite. Algo cambia entonces en las comunicaciones oficiales. Desaparece (como recoge ABC) el término “neumonÃa atÃpica” y se empieza a hablar de “sÃndrome”. No tardarán en producirse las primeras detenciones como veremos en la siguiente entrega.
Os dejo como cierre de esta tercera parte con la serie de TVE “Cuéntame cómo pasó”. Dedicó su episodio 241 (temporada 14) a estas horas convulsas en que el aceite pasó a ser el protagonista. Las dudas, la tensión social, etc. se ven reflejadas en él:
Serie completa
Isidoro, espero que publiques pronto la cuarta entrega, de este apasionado y dramà tico hecho histórico.
Buenas tardes José MarÃa, la cuarta entrega estará en cuestión de horas. Creo que he solucionado lo que me comentabas de algunos enlaces en la segunda. Gracias, saludos. Isidoro
Estoy siguiendo esta serie y me parece GENIAL.
Muchas gracias.