Anoche pudimos ver (con 1.561.000 espectadores y 13,1% share) en el programa de La Sexta «El Jefe Infiltrado», episodio 3×01 (en este link), un ejemplo de incoherencia y pseudociencias en el terreno laboral. Recordemos que en este espacio (basado en el formato de la británica Channel 4 llamado Undercover Boss) el jefe de una empresa se infiltra mediante una identidad inventada y caracterizado para no ser reconocido entre sus trabajadores para detectar posibles errores y mejorar así tanto a sus asalariados como a la empresa misma. Al final del episodio los trabajadores con los que ha convivido son citados y el jefe desvela su tapadera, comentándoles lo que ha observado con ellos, además de premiarles con dinero, viajes, etc.
En este caso, un empresario (D. Manel Real, propietario y Director General de Som-Hi Construcciones), que ejercía de infiltrado, explicó abiertamente que en la selección de personal usaba (hasta el punto de descartar preseleccionados) la pseudocientífica grafología. Esta «técnica» (no confundir con el útil peritaje caligráfico) supuestamente «busca el significado psicológico del gesto gráfico. El análisis de la escritura pone al descubierto la personalidad del individuo». Sus afirmaciones sin fundamento sobre el oportuno ejercicio de escritura previo de la persona a estudiar son del tipo «una escritura angulosa lleva vinculado un carácter de lucha y combatividad». Y se suele colar en forma de cursos incluso en universidades como la UNED.
Respecto a la responsabilidad del programa como altavoz de esta práctica, en este caso entendemos que no tiene (o es mínima) puesto que es una característica de este jefe en cuestión que retrataron sin añadir un punto ni una coma. Es el sr. Real quien decide dar publicidad a esta práctica dentro de su minutaje para presentarse como empresario.
Grafología en la selección de personal
De lo dicho por el sr. Real en «El Jefe Infiltrado» hemos rescatado las «mejores jugadas»:
– Al principio del episodio (4’25» aprox.) hace su declaración de intenciones: «Yo cuando estoy haciendo una persona nueva, un trabajador para Som-hi Construcciones aparte de su currículum me gusta entrar un poquito en el terreno personal, conocerla un poquito. Bien, por ejemplo, una de las pruebas que hago es la de dibujar un árbol. La grafología para mi es importante, llegando al extremo de que a veces he rechazado una persona que habíamos preseleccionado con un buen currículum por su actitud, que sale y se desprende de la prueba de grafología».
– Dice (asegurándose de que acompañan al currículo) de algunos dibujos presentados por candidatos a un puesto de arquitecto: «A este dibujo le faltan frutos», «Es un árbol grande… se le con fuerza», «Le faltan los frutos y las hojas, no».
– En un fragmento posterior (sobre 37’20» aprox.) hace un «análisis grafológico» sobre el terreno a un autónomo subcontratado (que ya había dejado claro y patente su nerviosismo y estrés precisamente por ser autónomo) Tal que así: «Quiero pedirte una cosa, un favor. Tantos años en la biblioteca… pues la verdad es que he leído muchos libros de grafología y entonces me gustaría que me hicieras tu firma. Me gusta analizar, es una manía que tengo… si no te importa». «Bueno, defines muy bien las letras. Entonces eres una persona nerviosa, un poco ansiosa, no tienes mucha paciencia.» Vamos, que el sr. Real no le dice nada que no supiera cualquier espectador al ver la problemática de este trabajador.
Incoherencia laboral
La tremenda incoherencia radica en que a este señor le parecía (como a nosotros) injusto que no se contrate a una persona por el mero hecho de que tenga más de 50 años de edad. La extensión de la vida laboral por la mejora de la calidad de vida está provocando un aumento sin sentido de rechazo a este sector de trabajadores válidos y cualificados y con algo muy importante: experiencia. Reprobamos enérgicamente esta actitud empresarial desde aquí.
Pero… tan injusto es el tema de la edad como su práctica «grafológica», con la que (seguro) ha desechado a personas muy válidas para su empresa. Viendo cómo algunos errores partían de la presión que ejerce uno de los socios del sr. Real y como se traduce en errores de los trabajadores podemos ver con claridad que los errores no siempre parte de la base, sino que la cúpula directiva de una empresa también se equivoca (no son infalibles, evidentemente) y que a la hora de evaluar un negocio hay que hacerlo de forma completa, con todos los parámetros funcionales, de comunicación, organizativos, etc. Y, por supuesto, no cometer la injusticia de valorar mejor o peor a alguien basándose en una pseudociencia como la grafología.
Ayúdanos a detener esta irracionalidad: si has sido rechazado para un puesto de trabajo solo por una prueba de grafología tu caso puede contribuir a que los empresarios que usan esta pseudociencia dejen de hacerlo. Envíanos un email con lo sucedido a casos@quemalpuedehacer.es . ¡Gracias!
Actualización 19/02/2016: tras avisar desde varios frentes a la UNED sobre un curso de grafología psicológica que pretendía ofrecer en su sede de Portugalete (Vizcaya), esta universidad ha recapacitado y ha cancelado la celebración del mismo al tratarse de pseudociencia.
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