Advertencia: aunque el artículo no contiene imágenes duras, el tema tratado si puede herir algunas sensibilidades.
Reza un viejo (y equivocado) «mantra» naturalista que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que antes se vivía mucho mejor que ahora (afirmación con claros tintes tecnofóbicos) El ejemplo de que no es así lo podemos ver en zonas donde los adelantos de la Ciencia tienen complicado acceder debido a las fuertes creencias implantadas y al rechazo de estas culturas a aquello que venga de fuera. Por ello son capaces de confiar en remedios que, realmente, causan daños en su población.
Es conocido el uso de partes de animales (como los cuernos de elefantes o rinocerontes) para confeccionar estas pretendidas medicinas por «hechiceros» (y no tan hechiceros) en distintas zonas del mundo. Sin embargo, menos conocido es el fanatismo al que llega alguna de estas creencias, capaz de realizar amputaciones también en humanos…