Este artículo es diferente a los que habitualmente publicamos: lo más importante se escucha en varias grabaciones que tuve ocasión de realizar y que reflejan diversas técnicas comerciales que deberían estar mucho más controladas. Nos visitan comerciales de electricidad y gas a «puerta fría» que intentan hacer su «agosto» ofreciendo supuestas ventajas a particulares que luego no son tales. Las empresas tampoco se libran de los intentos de lograr una ganancia de un modo poco limpio o, directamente, con intentos de timo.
La «puerta fría» se calienta
Llegar a un domicilio sin previo aviso para tratar de vender algo es difícil, sin duda. Hay que estar preparado, saber lo que tienes que decir sí o sí, tener recursos, ser amable y natural, etc. También hay que controlar los tiempos para que sean lo más rentables posible.
En algunos casos además se intenta embaucar al posible cliente con ofrecimientos atractivos que distan bastante de la realidad. Lógicamente los más débiles en estos casos son las personas mayores y cualquier otra que no dude de sus «ofertas».
Los pitidos en este (y los demás audios) son para preservar anonimatos y para no referir a ninguna empresa en particular.