Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico (IV)

Cuarto artículo de la serie sobre el Síndrome Tóxico. Esta crisis sanitaria de enorme dimensión y transversalidad sacudió España en 1981. Acceder al resto de artículos.

La crisis económica de los años 70 seguió en España a comienzos de los 80. La pobreza de muchas familias obligaba a hacer «encaje de bolillos» para comer. La venta ambulante era habitual y muchas veces carecía de control sanitario. El aceite de oliva era para muchos un lujo. Algunos vieron una forma de lucrarse.

En 1977, dos hermanos de origen toledano montaron en Carabanchel (Madrid) un pequeño negocio de venta de aceites. Uno tenía algo de experiencia en el sector al haber sido repartidor. Pese a la feroz competencia y lo apretado de los precios crecieron rápidamente. Vendían «puerta a puerta» y también a revendedores que usaban ese mismo método o la venta ambulante.

qmph-blog--sindrome-toxico--RAEL-1--Poisoned-Lives

Almacén en Alcorcón de RAELCA (Documental «Poisoned lives», 1991)

Los hermanos Ramón y Elías Ferrero ampliaron el negocio en 1979. La empresa, ya en Alcorcón (Madrid), se constituyó junto con un cuñado de Elías (Cándido Hernández). Disponían de una nave de más de 700 metros cuadrados. En el cambio de local también dejaron atrás parte de su «artesanía». Contaban ahora con una máquina para producir garrafas de plástico. Nada mal para jóvenes alrededor de la treintena. Seguir leyendo

1/52/53/54/55/5 (1 votes, average: 4,00 out of 5)

Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico (III)

Tercer artículo de la serie sobre el Síndrome Tóxico. Esta crisis sanitaria de enorme dimensión y transversalidad sacudió España en 1981. Acceder al resto de artículos.

Pasado más de un mes de la primera muerte (Jaime Vaquero, 01/05/1981) España según saber la causa de la «neumonía atípica«. Ninguna de las numerosas hipótesis (algunas simples bulos) encajaba con el cuadro clínico. La alarma social era creciente y había afectado al consumo de productos como verduras y frutas. Incluso algunos sacrificaron animales domésticos como perros o pájaros por el temor a un contagio.

qmph-blog--sindrome-toxico--Laboratorio-central-Aduanas--Madrid

Sede actual del Laboratorio Central de Aduanas (Madrid).

Horas después de su primera carta al ministro de Sanidad el pediatra Juan Manuel Tabuenca recibió unos resultados cruciales. El Laboratorio Central de Aduanas halló algo en unas muestras de aceites que Tabuenca remitió el día 3 de junio. El doctor mandó de inmediato una nota al secretario de Estado de Sanidad (Sánchez Herguindey). Eran las 8 de la tarde del 10 de junio de 1981. La recoje Gudrun Greunke en su libro «El montaje del Síndrome Tóxico» (que recibirá más adelante la pertinente crítica):

«Querido Sr. Secretario de Estado:
Le comunico que el resultado de la encuesta realizada entre sesenta enfermos de neumonía atípica es que toman aceite a granel de vendedores o mercados ambulantes al 100%. Todos ellos niños. De cincuenta encuestados sanos toman el 6,4% (de las consultas quirúrgicas). Me acaban de comunicar del laboratorio que encuentran en todas las muestras del aceite, acetil anilida, sustancias cuya toxicidad y mecanismos tengo que estudiar y comprobar.
Mañana, sin embargo, se continuarán estudiando estos datos en sangre ya que sería decisivo comprobar la presencia de esta u otras sustancias. Parece tratarse de un aceite muy mezclado y de baja calidad, no tiene marca y todos ellos de venta ambulante exclusivamente, no parece, en principio, que pudiera tener aceite mineral.»

El desconcierto del aceite

Alguien debió reconocer de inmediato la gravedad que entrañaba la presencia de anilinas. Y no solo por su toxicidad. Implicaba la existencia de graves alteraciones en el circuito alimentario. La Dirección General de la Salud Pública emitió esa noche un comunicado que llegó a aparecer en el último Telediario. Seguir leyendo

1/52/53/54/55/5 (No Ratings Yet)

Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico (II)

Segundo artículo de la serie sobre el Síndrome Tóxico. Esta crisis sanitaria de enorme dimensión y transversalidad sacudió España en 1981. Acceder al resto de artículos.

El Ministerio de Sanidad salió al paso de la noticia de tres posibles nuevas muertes por la «neumonía atípica» y anunciaba para la mañana del 21 de mayo de 1981 una rueda de prensa de su titular. D. Jesús Sancho Rof, ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social (denominación completa en ese momento de dicho Ministerio) ya tenía experiencia ministerial tras haber ocupado la cartera de Obras Públicas y Urbanismo desde 1979 en el gobierno de Adolfo Suárez. También es interesante reseñar que durante algo más de un año (entre 1974 y 1975) fue Director General de RTVE.

qmph-blog--sindrome-toxico--Jesus-Sanchez-Rof

El ministro Jesús Sánchez Rof (derecha) junto al fundador de la CEOE (Carlos Ferrer Salat).

La comparecencia de Sancho Rof (doctor en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid) ha quedado para la historia como ejemplo de mala comunicación en tiempos de crisis. Un ejemplo del cual posteriores ministros no aprendieron nada como demostraron en crisis como la de «las vacas locas» o la del «Prestige«.

Mientras El País llevaba el asunto en portada al día siguiente medios como La Vanguardia o ABC lo mantenían en páginas interiores en una jornada destacada por el relevo en la presidencia de Francia (François Mitterrand sustituyó a Valéry Giscard d’Estaing).

La comparecencia de Jesús Sancho Rof

Según el entonces Ministro se tenía ya aislado al causante («Se detecta el micoplasma y ningún otro agente. En los cultivos, el germen crece como micoplasma.») aunque se desconociese cuál era exactamente («Se sabe cuál es el agente en un 90%, pero no su segundo apellido.»). Por ello el Ministerio ya estaba centrado en otras cosas («Las preocupaciones de Sanidad no se centran en el brote epidémico, sino en que se cree un ambiente de psicosis, una sensación más peligrosa que la propia epidemia»). Lo cual estaba muy alejado de la realidad y plagado de contradicciones. Seguir leyendo

1/52/53/54/55/5 (No Ratings Yet)

Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico (I)

Este artículo que comenzáis a leer acerca del Síndrome Tóxico iba a ser el primero del proyecto «¿Qué mal puede hacer?». Sin embargo, su enorme dimensión, su transversalidad y la investigación que requería por su complejidad hicieron que lo retrasase para lograr un resultado acorde a mis propias exigencias. Serán varias entregas consecutivas que completaré con un recopilatorio en formato para libro electrónico.

Espero que esta historia del pasado reciente os ayude (como a mi) a comprender mejor la Sociedad actual. Muchas de las situaciones que se presentaron durante esta crisis os resultarán familiares. Aunque muchas cosas han cambiado desde 1981 otras permanecen inalteradas.

Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico

La portada del diario «El País» del jueves 7 de mayo de 1981 mencionaba un posible brote de la «enfermedad del legionario» (hoy en día más conocida por el nombre de la bacteria causante, la Legionella). Otros medios no lo recogieron hasta días después (ABC, La Vanguardia o El Periódico). Un niño de 8 años llamado Jaime Vaquero García había fallecido el 1 de mayo en Torrejón de Ardoz (Madrid) y otras ocho personas presentaban una sintomatología respiratoria similar en la misma ciudad.

qmph-blog--sindrome-colza--portada-elpais-07mayo1981

Ese día la noticia destacada fue el entierro de un miembro del IRA.

Pese a esta primera hipótesis los expertos no terminaban de tener claro que ese fuese el motivo del brote. Pasarían semanas hasta que fue descubierto el origen de la catástrofe sanitaria de enormes dimensiones que se avecinaba y años hasta que se comprendieron los procesos que intervinieron en su desarrollo.

Seguir leyendo

1/52/53/54/55/5 (No Ratings Yet)

Comunicado: Opiné sin saber

Durante los casi tres años en los que «¿Qué mal puede hacer?» está en marcha se ha repetido un comentario en multitud de ocasiones cuando he emitido ciertas opiniones. Ha llegado el momento de reconocer la única y absoluta verdad, la que no me dejaba dormir por las noches. Ya no podía soportar la situación por más tiempo y llegó la hora de sincerarme con todos vosotros.

Los que afirmaban que opiné sin saber del tema en cuestión, o sin haber leído, escuchado o visto aquello que criticaba estaban en lo cierto. Ya siendo por comodidad, vagancia, velocidad en la respuesta… e incluso «cuñadez», vengo emitiendo opiniones infundadas con la única base del titular y mis prejuicios.

Seguir leyendo

1/52/53/54/55/5 (No Ratings Yet)