Odile Fernández superó su cáncer gracias a la Medicina. Se sometió a varios tratamientos contrastados como la cirugía y la quimioterapia. Sin embargo, por su cuenta y riesgo, llevó a cabo también tratamientos pseudocientíficos. Una vez superado y con el único apoyo de su sesgo de confirmación decidió que le habían salvado las prácticas «alternativas». Trasladó el blog donde contaba sus experiencias a un libro, «Mis recetas anticáncer«.
Muchos de sus consejos no dejan de ser perogrulladas. Ella misma afirma que era una adicta a la comida rápida (e incluso a los petit-suisse). No hace falta ser médico para decir que no se debe seguir esa forma de alimentación. Junto a ello encontramos muchos disparates pseudocientíficos. Por un lado realiza una selección de estudios «sui generis» que no apoyan sus afirmaciones. Por otro, defiende de forma activa pseudociencias que van desde «El Secreto» a R.G. Hamer.
Pese a ello (quizás por influencia de su editorial) los medios de comunicación le vienen dando publicidad. De hecho, sus publicaciones son ‘best sellers’ y sus charlas suelen abarrotadas. Ahora está en plena campaña de lanzamiento de su nuevo libro, «Mi revolución anticáncer«.
Un perfil de afirmaciones más bajo
De un tiempo a esta parte, Odile Fernández ha rebajado un poco (solo un poco) su discurso en publicaciones y entrevistas. Lógico tras las múltiples (y esperables) críticas que han recibido sus afirmaciones. Por eso quizás sea interesante ver qué dice en directo, cuando habla más de una hora seguida e interactúa con el público.
Por eso vamos a analizar la charla que ofreció el 24 de septiembre de 2016 en Fuente Álamo (Murcia). Si tras este análisis borrasen el vídeo (este es el enlace) no os preocupéis: lo tenemos a buen recaudo.
La charla fue organizada por «La Tienda Verde», un establecimiento conocido por haber dado un paso más allá de vender alimentos ecológicos. Ahora se dedica a fomentar todo tipo de pseudociencias. Aparece también la publicidad de Susana Robinet, una coach y «terapeuta energética» que trabaja en ese mismo centro. El patrocinador es Hiranyagarba, «una empresa que orienta su actividad a ofrecer productos basados en la medicina natural (Alquimia y Ayurveda)».
El Ayuntamiento de Fuente Álamo colaboró, por su parte, malgastando recursos públicos al ceder el espacio del evento. Su Concejal de Sanidad, Carmen García Olivo estuvo en primera fila por lo que no podrán alegar desconocimiento de que albergaban este esperpento.
Se abre el micrófono
La presentación de la charla la realizó otro de los organizadores: Damián García, un «homeópata» y «naturópata». Curioso que a Odile Fernández no le resulte chocante que su presentador no sea profesional sanitario sino un intruso de su profesión. En la edición del vídeo no pasan por alto mostrar muchos niños (cuando deberían omitirlos). La búsqueda del factor emocional está presente desde el primer instante.
¿Qué utilidad tiene si no que el presentador cuente que la Sra. Fernández dio una charla en Barcelona tan solo unos días después de dar a luz? Con eso ya entiende Damián García que Odile es una buena persona… por si alguien del público tenía alguna duda de la bondad de la escritora. ¿Aún no se ha emocionado el público? Entonces nada mejor que un vídeo previo con el aviso de que «es un poco lacrimógeno«.
Y es que, en 2015, Canal Sur (televisión pública habitual en la promoción de las pseudociencias) le dedicó un espacio de 20 minutos en su programa «Madres». No faltan los testimonios de su madre, su marido… y su hijo. Explica como realizó su «cherry picking» de PubMed como si fuese una investigación científica. No tiene rubor alguno en explicar que se basó en el «nutricionismo«. Como la evolución fue muy favorable la explicación estaba clara para ella: no era la quimio ni el resto de Medicina. Y, por supuesto, habla de su libro.
Odile Fernández entra en materia
Tras el «gas lacrimógeno» y un breve mensaje de que si quieres puedes, siempre positivo, comienza lo que llama la parte teórica. En lugar de contar qué es el cáncer habla de su prevalencia. Y da sus «explicaciones» de por qué en ciertos países hay menos cáncer. La dieta mediterránea parece, según ella, ser la causa de la baja presencia en Grecia. El factor genético no le parece importante en el caso de Japón. En Dinamarca el problema es la falta de horas de sol… algo que no falta en Australia y tienen tasas similares. No debe saber Odile Fernández que «correlación no implica causalidad«. Si pretendía sembrar miedo en el auditorio lo consigue con este es muy probable que te toque a tí.
Monta entonces un «hombre de paja» sobre un supuesto mito de que la alimentación no tiene que ver en el cáncer. Otra perogrullada cuando la OMS y las instituciones sanitarias refieren la alimentación como un factor que incide en la prevención del cáncer. No descubre nada la Sra. Fernández diciendo que el alcohol influye en la aparición del cáncer aunque se equivoca diciendo que una consumición diaria no causa problema.
Tampoco es novedosa su alusión a las bondades de los cereales integrales y tampoco tiene la incidencia que ella reclama señalando la tasa de cáncer en China. Introduce aquí lo «ecológico» como garantía de ausencia de pesticidas cuando sabemos que estos productos usan los suyos, regulados por ley, y no tienen mayor ventaja para la salud que los convencionales.
Los «demonios» de Odile
Otro «demonio» para Odile Fernández son los zumos. Si bien es muchísimo mejor tomar una pieza de fruta no tiene sentido mencionar los como su fuesen un factor que produce cáncer. La leche tampoco parece caerle bien a la ponente (también Italia, Bélgica y España) y la correlaciona con las tasas de Dinamarca o Irlanda. Eso sí: que también haya alto consumo de leche en Grecia se «contrarresta» con el procesado de la misma en derivados como queso o yogur. Va quedando clara la estrategia que emplea, ¿no?
«A mayor consumo de hortalizas menos cáncer» es la siguiente correlación que realiza. Por supuesto, destacan China y Grecia en su consumo… pero también Italia, Bélgica y España. Desde luego, su consumo influye. Pero quizás no de un modo tan exagerado como alega la granadina. Tampoco da una explicación a su correlación sobre la carne roja cuando Grecia consume más que España y casi cuatro veces más que China. Alarmista, por tanto, su afirmación de que produce cáncer.
«Qué pensáis, ¿que los frutos secos y legumbres aumentan el riesgo de cáncer o disminuyen?» pregunta Odile a su audiencia. Tampoco hay que ser el Nobel de Medicina para responder. Un ejemplo de la «fiabilidad» de sus fuentes está en su afirmación de que en EE.UU. apenas se consumen nueces. Además, el fruto seco más consumido en el mundo es la almendra. Su consumo es mayor en España u Holanda que en Grecia. Y apenas se consume en China o India. Ya puestos a correlacionar al tuntún al menos debería documentarse bien. Y decir que el cáncer aumenta en China de forma vertiginosa por causas como el aumento de esperanza de vida y el del consumo de alcohol y tabaco.
¿Dónde está la Ciencia?
Curioso que después de tanta investigación que dice haber realizado Odile Fernández no haya citado ni un solo estudio científico hasta el momento. Ni siquiera sus diapositivas de datos de consumo de alimentos llevan la fuente.
Dentro de las hortalizas hace un aparte para la patata. La demoniza correlacionando su consumo por países (como Irlanda) obviando además el modo de consumo. No es igual una patata asada o cocida que una patata frita, tanto por su contribución a la obesidad como por los añadidos que supone la fritura. En cuanto a pescados omite que los países escandinavos también son de los mayores consumidores. Sobre el azúcar hace una relación directa (con EE.UU y Dinamarca como protagonistas) cuando el problema está en la obesidad.
Al hablar de 5 «sustitutos» del azúcar menciona al plátano. Por un lado es muy dulce (lógico, contiene azúcares) y contiene algo más: «El triptófano es un precursor de la serotonina» dice Odile y lo recomienda para estados depresivos La opinión de la EFSA es negativa para esa afirmación. Como comentaba acertadamente alguien ayer en el evento «Terapias peligrosas: parasitando la salud»…
Me hace falta colágeno,voy a comer colágeno ¿Me hace falta cerebro,voy a comer cerebro? Es tan claro cmo lo presenta @virginut #TPeligrosas
— Inma León (@InmaLeonC) 18 de febrero de 2017
En el momento que entre los sustitutos del azúcar recomienda el «azúcar integral de caña» queda más que en evidencia la falta de calidad de sus afirmaciones y su «cherry picking». Explica entonces a la gente como inventarse correlaciones buscando estadísticas de consumo de alimentos frente a tasas de cáncer.
Prevención… a su manera
Tener hijos a una edad temprana y amamantarlos (para cáncer de mama) y consumir alimentos ricos en fibra (cáncer de colon) son recomendaciones habituales. Pero recomendar yogur por sus componentes probióticos no tiene sustento. Tampoco su recomendación de ingesta de vitamina C (por aquello de los antioxidantes). ¿El ajo? No hay pruebas concluyentes, sí hay algún dato optimista. Crucíferas: muy baja evidencia. Frutos rojos: nada de nada. ¿Té verde y café? Nada y menos.
El sedentarismo es malo. Lo sabemos Odile. ¿La obesidad? Lo sabemos. Igual que alcohol y tabaco. Y que todos los (buenos) consejos se deben tener en cuenta para intentar prevenir la recidiva.
«Se estima que el 90/95% de los cánceres tienen que ver con la alimentación, solo un 5/10% son de origen genético» afirma la médico. Si, según la OMS, el tabaco supone la causa del 22% de los cánceres del mundo… la suma ya no sale. ¿Tendrá que ver este error con que centra su discurso (y libros) en la alimentación? ¿No acabará la gente teniendo miedo a toda la comida?
No falta la alusión al estrés como supuesta causa de cáncer. Pese a que la afirmación carece de sustento ella lo usa para introducir conceptos como «inflamación crónica», «inmunodepresión»… «Hace cuarenta o cincuenta años las mujeres tejían, y eso es una forma de meditación» comenta para apoyar su mención a cosas como el ‘chi-kung‘. Según Odile, ir a misa y rezar el rosario también ayudan a prevenir el cáncer al ser otra forma de meditación.
Menciona entonces el estudio «Intensive Lifestyle Changes May Affect the Progression of Prostate Cancer» (Cambios intensos en el estilo de vida podrían afectar la progresión del cáncer de próstata), publicado por el Dr. Ornish en 2005.
Más «cherry picking» de Odile Fernández
El estudio analiza el avance del cáncer de próstata en grado bajo de 93 hombres que no estaban (por deseo propio) recibiendo tratamiento. 44 cambiaron a una dieta vegana suplementada, meditación, paseos diarios y asistencia a un grupo de soporte una vez a la semana. Otros 49 sujetos no hicieron nada. Este es el análisis que hizo en 2011 la Agency for Healthcare Research & Quality (Agencia para la Investigación en Salud y Calidad de Vida) del Departamento de Sanidad de EE.UU.:
«La prueba muestra un descenso estadísticamente modesto del PSA en el grupo de cambio de estilo de vida. Sin embargo, los resultados deberían ser interpretados con precaución ante las limitaciones metodológicas del ensayo que muestra un alto riesgo de sesgo. Además, la significación clínica del resultado es poco clara. La variabilidad natural del PSA en ensayos ha sido reconocida anteriormente con un coeficiente de variación (CV) entre el 10 y el 15% como muestran los estudios. Una reciente revisión sistemática de 12 estudios señalaron una media del CV del 20%.
Hay evidencias de que el PSA se incrementa más rápido en hombres con cáncer de próstata y de que se puede mejorar la elección de sujetos para futuras investigaciones atendiendo a la evolución de su PSA. Adicionalmente, el PSA es usado habitualmente para medir el efecto del tratamiento en muchos tratamientos de cáncer. Sin embargo, en la actualidad no hay evidencia que correlacione directamente un incremento del PSA con la progresión o la supervivencia del cáncer de próstata. De hecho, el PSA puede disminuir y normalizarse en hombres con cáncer de próstata clínicamente significativo. Por último, la progresión del cáncer y la supervivencia son los resultados orientados al paciente que perseguimos mejorar. La fuerza de la evidencia es insuficiente.»
¿»Medicina integrativa» como tratamiento?
En resumen: ni por metodología, ni por sus sesgos, ni por el tipo de resultados que ofrece se puede afirmar partiendo de este estudio que un cambio de estilo de vida frene la progresión del cáncer de próstata. Y mucho menos decir que afecta a los oncogenes o que puede ser un tratamiento más como hace Odile Fernández. Cuando esta médico realiza su «cherry picking» no tiene en cuenta ni siquiera las esclarecedoras críticas a sus elecciones. Este fue, tras más de una hora de charla, el primer estudio que explicó.
Pese a la falta de evidencia estos estilos de vida se venden como parte de los tratamientos en clínicas de cierto nombre y que están aumentando sus beneficios gracias a esta «medicina integrativa». Reciben la publicidad de la granadina y su deseo de que se repliquen en España.
No podía faltar en su charla un listado de «alimentos anticáncer». El problema: que ninguna dieta ha demostrado, a día de hoy, curar ningún tipo de cáncer. Así lo explicaba hace unos días un nutricionista de una de esas clínicas de cierto nombre a las que aludía Fernández. Pues Fernández no solo lo afirma que sí sino que incluso asigna a grupos de alimentos capacidades frente a tipos de cáncer concretos.
Las recetas de Odile
Presenta otro estudio para su demonización de la leche «Dairy, calcium, vitamin D and ovarian cancer risk in African–American women» («Lácteos, calcio, vitamina D y rieso de cáncer ovárico en mujeres afroamericanas»). Mayor número de sujetos en grupo control, diferencia de edad entre grupos, diferencias sociales y educativas, de uso de píldora anticonceptiva, consumo frecuente de alcohol, ejercicio físico… Demasiados sesgos para que el estudio sea útil.
De barbaridad se debe calificar su recomendación de tomar el sol sin protección solar. Y de forma abrupta termina el vídeo. No sabremos qué respondió a las preguntas de los asistentes. Por fortuna tenemos constancia de lo que ha dicho en más charlas.
Voy a entrar en la presentación del último libro de Odile Fernández. Dos sesiones de 30 minutos sin preguntas. Hay cola y muy larga pic.twitter.com/FtohbHvusq
— José F. Ramírez (@josef_ramirez) 3 de febrero de 2017
Odile Fernández basa sus dietas anticancer en correlación Alimentación-cancer sin causalidad demostrada pic.twitter.com/mLbUOqBSXu
— ÓskarHR (@scariosHR) 27 de enero de 2017
La Sra. Fernández basa todo en apelar a las emociones, no en la ciencia. Miedo, empatía hacia ella, niños… El problema es que crea falsas espectativas en personas en situaciones complicadas mientras ella sigue con su lucrativa marcha.
Los pacientes tenemos que ser responsables de nuestra salud @GEPAC_ en contra de de las dietas anti-cáncer y de los alimentos milagro https://t.co/4qlmm43YRh
— Begob (@BBarragan_) 18 de febrero de 2017
@ECVida ‘doctora anticáncer’ y sus libros milagro sin evidencia información absolutista q carece d rigor científico https://t.co/vGBXslK8Bm
— SEOM (@_SEOM) 15 de febrero de 2017
Bonus tracks
PD. Si se han quedado con más ganas de llevarse las manos a la cabeza Odile Fernández intervino en «Saber Vivir» de TVE (marzo 2014, a partir de 18’50»).
PD1. Por si hay alguna duda del discurso milagrero de Odile Fernández, ayer 19/02/2017 lo dejó muy claro en el programa «Chester in Love» (Cuatro), que dio cancha a sus supercherías. Dice Odile: «Me propusierion quimio y cirugía (la quimio con un fin paliativo para alargar la vida, no con el fin de curar)» pero yo decidí que había que sanar. Entonces decidí hacer lo que se llama «medicina integrativa». Combiné la medicina oficial con todas aquellas terapias que me hubiesen demostrado desde un punto de vista científico que podía ser útiles para mi.»
Y ya sabemos lo que considera «científico» Odile Fernández…
Independientemente de que te haya quedado igual de ‘mono’ y acientifico tu artículo, aunque por la manera de redactarlo captes la atención de los miles de individuos que prefieren seguir creyendo a pies juntias en la medicina alopática porque todo el mundo necesita creer que el gobierno nos protege, la quimio cura y las grandes empresas farmacéuticas sólo velan por nuestro bienestar; haz el favor de informarte más y mejor.
Los más recientes estudios en epigenética confirman, y muchos profesionales de la medicina se atreven ya a exponerlo abiertamente, que sólo un 5% de las enfermedades tiene una causa puramente genética. En el resto, la expresión genética se modifica en función del medio ambiente. Esto incluye al medio ambiente en el que se desarrollan las células. Ahora dime que las toxinas, pesticidas, metales pesados y otros tantos no llegan a formar parte de ese caldo de cultivo celular y que es una paparruchada pensar que puedan influir en ella mutación celular.
Yo no soy ningún fan de la señora Fernández, pero hay estudios, presentados ante la Unión Europea, que demuestran una fuerte correlación entre alimentos ecológicos y reducción de riego de ciertos tipos de cáncer. Por supuesto que correlación no implica causalidad pero, ¿en qué te crees que se basan las empresas farmacéuticas para justificar el uso ciertos de sus productos o para desacreditar el uso de ciertos suplementos? Hace tiempo una farmacéutica publicó un estudio sesgado en que el afirmaba que el consumo de vitamina e en forma de suplemento aumentaba el riego de cáncer. Una lectura en profundidad del artículo te lleva a darte cuenta de que, en primer lugar, utilizaron vitamina e artificial (no natural) y que apestaba a sesgos metodológicos y económicos. Peor eso sí es ciencia, ¿no?
También se intentó desacreditar la idea de que las células cancerígenas se nutren de azúcar como una idea pseudo científica hace no tantos años, basándose en la simple afirmación de que todas las células del cuerpo se basan en los hidratos de carbono para sobrevivir. La eficacia de la dieta keto es una clara evidencia en contra de esta afirmación pero, además, los más recientes estudiosos genéticos demuestran que mientras las células sanas tienen mecanismos alternativos para obtener energía cuando se las priva de glucosa, las células cancerígenas no disponen de ese mecanismo. Así pues, esa afirmación tan pseudo científica no estaba tan desencaminada.
Un familiar cercano perdió 50 kg, revirtió sus diabetes tipo 2 así como ciertos crecimientos celulares pre-cancerígenos únicamente con dieta ketogénica estricta. Obviamente, esto sería un estudio de caso único y tampoco es indicativo de causalidad pero, ¿no merece la pena estudiar este tipo de reacciones? ¿De verdad crees tan desacerado pensar que a la industria farmacéutica no le interesaría que la cura a una enfermedad tan grave y que tantos ingresos le proporciona fuera, no solo prevenirle sino curable con métodos ‘naturales’v
¿Puede presentar alguna evidencia rigurosa de algo de lo que afima, alguno de esos supuestos estudios que menciona? ¿O de alguna de las conspiranciones que indica? ¿Algo?
Pues lo unico que he hecho es escuchar el ‘bonus track’ de la entrevista del chester que has puesto y la vuelvo a escuchar y me vuelvo a reiterar, deja claro que utiliza la medicina integrativa pero no va en contra en ningun momento de la medicina tradicional ( de hecho la utiliza), A parte de que quiera transmitir un mensaje positivo y de esperanza (que no va en contra de ninguna ciencia)… poco mas que decir al respecto de ese intervencion en television.
Ahí tampoco decimos que la alimentación correcta o el ejercicio (o el yoga) sean salvajadas. En el ‘bonus track’ constatamos que la sra. Fernández defendió la «medicina integrativa» y las pseudociencias que lleva a parejadas.
Seguimos a la espera de que nos diga dónde hemos dicho lo que ha puesto en nuestra boca o que rectifique. Saludos.
Pues yo creo que el mensaje es bien claro ‘medicina integrativa’ y no ‘alternativa’, combinar lo mejor de la medicina tracdicional (en su caso quimioterapia y cirujia) con otras terapias como mejorar la alimentacion (fijate tu que horror), hacer ejercicio (fijate que afrenta) y hacer meditacion y yoga (fijate tu lo que ha dicho)…, yo de verdad no se donde esta el problema. Si fuera diciendo que no a la quimioterapia ni a la radioterapia ni a la citujia y que solo te enfocaras en la nutricion entenderia tu postura pero me parece que en tu vision de ir en contra de lo que tu llamas ‘pseudociencias’ estas perdiendo el norte. La verdad, yo no habia visto esta entrevista pero es que te prometo que no dice nada como para hacer un comentario de este tipo y lo de ‘asco por su apoyo a las salvjadas’ (segun tu, salvajadas es alimentarse mejor, hacer ejercicio y practicar yoga) me deja perpleja.
El mensaje debería ser «Medicina», lo cual incluye aquella que ha demostrado ser útil de un modo riguros. Eso no incluye, por supuesto, ni el libro «El Secreto», ni las salvajadas de R.G.Hamer, ni la acupuntura, ni la homeopatía…. y un largo etcétera que defiende la sra. Fernández.
¿De dónde saca que estemos en contra del ejercicio o de una buena alimentación? ¿Dónde hemos dicho que eso sea una salvajada? Esa falacia del «hombre de paja» es muy recurrente entre quienes se enriquecen propugnando pseudociencias. De hecho, es tan obvio que son necesarios que es de perogrullo nombrarlos cuando uno va hablando de «recetas anticáncer».
Contra lo que sí estamos es contra las mentiras y la pseudociencia, en este caso tergiversación y mala interpretación de estudios científicos (como exponemos con rotundidad en nuestro artículo). La doctrina de la sra. Fernández está cargada de eso, por mucho que el ejercicio y la alimentación correcta no le deje ver el obvio bosque de pseudociencias. Realiza afirmaciones carentes de rigor, como que la acupuntura puede reducir la malignidad de un cáncer ya establecido. O burradas como que «Las personas con cáncer suelen haberse sentido rechazadas en su infancia». Desde luego, con tantas supuestas «soluciones» para el cáncer… ¿quién necesita algo tan agresivo como la quimio? ¿O la cirugía que ella rechazó en segunda instancia? (Ese es el gran riesgo de los mensajes «anticáncer»).
Lea, infórmese, documéntese y no venga con mentiras tan manidas aquí sobre cosas que no hemos dicho.
Odile NO es granadina. Vive aquí.
Me parece importante puntualizar.
Hola,
Nació en Granada en 1978. Así consta en la biografía que ella misma difunde, verá que lo comentan en mucha de sus entrevistas.
Otra cosa es que no haya vivido parte de su vida allí, cosa que no discuto.
Gracias en todo caso, saludos.
«Si yo pude, cualquiera puede». Qué falta de respeto y de humanidad a tantos y tantos que han perecido a consecuencia del cáncer. Y que la gente siga escuchando estas sandeces y no clamen al cielo 🙁
Lo comenté tras su aparición del domingo en Twitter: «El paciente de cáncer tiene todo el derecho a no estar de buen humor y no sentirse culpable de ello. #ChesterSurvive»
Lectura recomendada: http://elpais.com/elpais/2015/10/14/ciencia/1444835459_090614.html
Mejor persona dice…
Maravilloso artículo y esfuerzo, seguro que frutífero, por desbancar la mentira. Aplausos para ti, y muchas gracias.
Muchas gracias a vosotros por vuestro apoyo. Difícilmente será frutífero mientras los medios de comunicación apoyen sus disparates sin aplicar rigor alguno. Ayer lo hizo «Chester in Love» de Risto Mejide. Sus defensores alegan que habló de «medicina integrativa» (un eufemismo como «complementaria»), pero soltó cosas así: «Me propusierion quimio y cirugía (la quimio con un fin paliativo para alargar la vida, no con el fin de curar)» pero yo decidí que había que sanar. Entonces decidí hacer lo que se llama «medicina integrativa»».
Hace muy poco que descubrí este blog, y me encanta. Es una gran labor, como la que hacen otros maravillosos blogs, que también sigo, en contra del acientifismo y de la charlatanería. Me parece maravilloso el tiempo invertido en luchar contra los timadores, especialmente cuando vulneran, o son potencialmente capaces de vulnerar lo más valioso que tiene todo ser humano: su salud.
¿Puede haber una estafa más execrable y ruín que la que alimenta un bolsillo a cambio de la salud ajena? No se me ocurre. Para mí las mejores armas para mitigar estos timos es información, basada en evidencia, y apelar al sentido común.
Respecto a las declaraciones de esta señora en el programa de Risto que me cuentas, son magníficas. Lo de «decidir que hay que sanar» es la apelación a la emotividad de quien la oiga, hueca y vacía de contenido; y después, su cáncer remitió con los tratamientos de su oncólogo y del resto del personal sanitario. Que minimice esto para empezar a vender pseudociencia ya no es solo faltar el respeto de todo el que la oiga, si no también de todos aquellos médicos, colegas suyos, además; que la cuidaron y trataron en su día.
Pues hala, cuando tengas un cancer en estadio 4 cíñete sólo a lo que te dice tu oncólogo, a ver si llegas a los 2 años.
Esta señora predica con el ejemplo.Ella està curada pero sobre todo gracias a todo su esfuerzo
Buenos días. Si un día tengo esa desafortunada situación me ceñiré a lo que diga mi oncólogo siempre que se base en evidencias. No abrazaré mentiras ni engaños porque bastante tendré con la enfermedad para que encima mis recursos se los lleve algún charlatán. Esta señora predica una cosa (pseudociencias) cuando ella se curó con otra, la Medicina (cosa que ella misma reconoce). Por mucho que se empeñe no hay prueba alguna de que lo que usted llama «esfuerzo» le sirviese más que para mantener un estado psicológico adecuado. No se deje llevar por su manipulación emocional. Saludos.
Isidoro, ¿acaso te has leído el libro?
Me temo que no…
🙁
Hola. Si se refiere al primero («Mis recetas anticáncer»)… sí (pese a su prejuiciosa presunción). Me causó muy mala impresión que una médico intentase hacer pasar «eso» por ciencia. Y asco por su apoyo a las salvajadas de R.G. Hamer.
Lo de que no me leo las cosas me lo dicen a menudo… aquellos que no han leído bien 😉
Me gustaría echar un vistazo a su historia clínica y a su supuesto cáncer en estadio IV.