La inexplicable e incongruente laxitud de la legislación española permite que cualquiera (pagando los impuestos correspondientes) pueda montar un negocio sanitario en el que se practique cualquier cosa que salga de sus fantasías o de otras ya existentes y que, además, ese invento pueda llamarse «terapia» sin mayor impedimento.
Desde «maderoterapia» a «fotonterapia» pasando por «Bailoterapia®» o «apiterapia», el único límite legal en España es la imaginación ya que ni siquiera los colegios oficiales luchan como deberían contra este flagrante intrusismo sanitario (entre otras cosas porque muchos ya apoyan pseudoterapias).
Buenos días! Ayer formación en el curso de Maderoterapia bioenergetica. Reduce, moldea, reafirma, tonifica, drena… pic.twitter.com/VvOgabwoYb
— Rivas Cuidamos De Ti (@RivasCuidaDTi) 23 de febrero de 2016
Inventar terapias es gratis
Justo al levantarse por la mañana o antes de ir a dormir, tal vez cuando uno pasea por la calle sin nada más en qué pensar o mientras está sentado con sus quehaceres (ya sabéis a qué me refiero)… no hay momento que no sea apropiado para crear una nueva terapia pseudocientífica. Seguir leyendo