Querido Josep Pàmies: Ayer vi la entrada de Facebook que has titulado «¿Podemos mejorar la relación con los científicos críticos con la divulgación y práctica de la medicina natural?» (la cual reproduzco al final de este artículo de forma íntegra). Dado que tienes vetados mis comentarios en tus medios opto por responderte a través de esta carta abierta para que además, de forma transparente, quien lo desee pueda leerla también.
Más o menos sabes quién soy pero te lo recuerdo, por si acaso. Mi nombre es Isidoro Martínez. En enero de 2014 comencé, por mi cuenta y riesgo, este proyecto llamado «¿Qué mal puede hacer?» con la intención de ayudar a prevenir los problemas que causan prácticas que, pese a afirmar que son válidas, carecen de demostración alguna de efectividad.
Mis estudios de formación profesional en informática no han servido de mucho para ello (quizás sí para enseguida manejarme bien con las webs y las redes sociales) pero sí mi esfuerzo constante. En este sentido y respecto a temas sanitarios ambos tenemos la misma formación sanitaria reglada: ninguna.
Con una diferencia capital: nunca hago recomendaciones de tratamientos. Eso no me corresponde a mí, ni por conocimientos ni por cualificación, sino a un profesional colegiado. Considero que sería llevar a cabo un acto de intrusismo en las profesiones sanitarias que (como debes saber) están perfectamente reguladas en nuestro país. Seguir leyendo