Ante la cancelación de sus charlas en cinco espacios públicos (dos universidades, dos institutos de educación secundaria y un centro municipal) Josep Pàmies (que está de «gira») ha comenzado una (esperada) campaña victimista, con expresiones del tipo «nos quieren callar» y similares.
Nadie racional puede desear limitar la libertad de expresión de este señor. Como perfectamente planteó Carl Sagan, todas las ideas merecen ser escuchadas. Otra cosa bien diferente es dar recorrido a aquellas demostradas infundadas después de valorarlas críticamente. Y las de Pàmies ya llegaron donde debían: sus disparates ya están suficientemente claros, y no nos van a ayudar a avanzar en ningún sentido.
A día de hoy (que sepamos) ninguna ley española le impide promocionar productos tóxicos (como el MMS) o afirmar sin pruebas que es posible curar ciertas enfermedades con los medios que el indica (aunque sea falso)
Si es deseable, y luchamos por ello, que no aproveche la credibilidad de un foro (como pueda ser una universidad) para que falsamente trate de apoyarse en ello y trate de arrogar una veracidad a sus afirmaciones que solo se obtiene mediante las evidencias rigurosas.
Ante la invitación del sr. Pàmies a examinar sus supuestas evidencias (antes de bloquearnos en un arranque censor que él mismo calificó cuando se refirió a sus cancelaciones), en forma de «testimonios», procedemos a su análisis. Dichos testimonios aparecen en la web de la asociación sin ánimo de lucro Dolça Revolució, que comercializa Stevia en formas no autorizadas y, por tanto, de forma ilegal. Los repasamos en el orden que aparecen, descartando directamente aquellos que no se refieren a afirmaciones habituales de Pàmies. El anonimato evidentemente no es relevante, sino los hechos comprobados.