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Fecha: 06.02.2014 Lugar: En el sur de España Víctima: Anónima Daños: Anemia severa / daños irreversibles en intestino.

La enfermedad de Crohn (en honor a Burrill Bernard Crohn, primero en publicar sobre esta dolencia en 1932¹⁾ es especialmente conocida por quienes la padecen (como es lógico), y por quienes les rodean, ya que sus síntomas, en forma de brotes (dolor abdominal, diarrea, vómitos, perdida de peso anormal, anemia…) son muy importantes e implican a familiares y amigos en apoyar al paciente, que en ocasiones debe permanecer en el hospital. Esta enfermedad autoinmune, inflamatoria y crónica, que puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca al ano.²⁾ En los casos en que esta enfermedad, sin cura conocida (solo se puede controlar), avanza o los fármacos existentes no consiguen detenerla, los daños pueden requerir cirugía.

En el caso que les comentamos, una mujer joven, dentro del grupo de edad de comienzo de la enfermedad A2 (de 16 a 40 años), que tenía controlada la enfermedad de Crohn (en parámetros que le permitían hacer su vida normal) que sufría de forma inflamatoria en las zonas L3 (ileon y colon) de su aparato digestivo, abandonó a principios de 2013 los inmunodepresores que ejercían ese control, y cambió por su cuenta (y evidente riesgo) a homeopatía y otros complementos dietéticos.

El resultado de la creencia en la pseudociencia holística ideada por Hahnemann llegó a comienzos de 2014: fue hospitalizada grave el 6 de febrero de 2014, con anemia severa, mayor daño del existente previamente y en más zonas. En los días siguientes se le realizó terapia biológica (anticuerpos de gran potencia antiinflamatoria) Actualmente, y tras más de un mes ingresada, la paciente sigue el tratamiento indicado por la Ciencia (que por su forma de administración le obliga a regresar al centro hospitalario) y sufre secuelas irreparables en su intestino.

En este campo de la inflamación intestinal hay numerosísimos malos consejos que hay que evitar, y tener siempre un diagnóstico médico real y fiable para adecuar el tratamiento convencional a la patología padecida. Triste y decepcionante capítulo aparte merece la Confederación de Asociaciones de Crohn y Colitis Ulcerosa de España (ACCU) y muchas de las asociaciones adheridas (p.ej. la de Extremadura), ya que fomentan el uso de pseudociencias entre sus asociados. Bien merecerían estar en La lista de la vergüenza.

Quede aquí este clarísimo caso para intentar que reconduzcan su postura hacia un lugar racional y científico, y no de superchería.

Respetamos, a petición de nuestra fuente, su anonimato, así como el de la paciente. Ofrecemos esta información de la forma más extensa disponible dentro de esos límites.

fuente del caso: confidencial a través de Twitter — Isidoro J. Martínez Vélez 2014/03/28 10:05 volver al nivel anterior