Este artículo que comenzáis a leer acerca del Síndrome Tóxico iba a ser el primero del proyecto «¿Qué mal puede hacer?». Sin embargo, su enorme dimensión, su transversalidad y la investigación que requería por su complejidad hicieron que lo retrasase para lograr un resultado acorde a mis propias exigencias. Serán varias entregas consecutivas que completaré con un recopilatorio en formato para libro electrónico.
Espero que esta historia del pasado reciente os ayude (como a mi) a comprender mejor la Sociedad actual. Muchas de las situaciones que se presentaron durante esta crisis os resultarán familiares. Aunque muchas cosas han cambiado desde 1981 otras permanecen inalteradas.
Injusticia a la española: el Síndrome Tóxico
La portada del diario «El País» del jueves 7 de mayo de 1981 mencionaba un posible brote de la «enfermedad del legionario» (hoy en día más conocida por el nombre de la bacteria causante, la Legionella). Otros medios no lo recogieron hasta días después (ABC, La Vanguardia o El Periódico). Un niño de 8 años llamado Jaime Vaquero García había fallecido el 1 de mayo en Torrejón de Ardoz (Madrid) y otras ocho personas presentaban una sintomatología respiratoria similar en la misma ciudad.
Pese a esta primera hipótesis los expertos no terminaban de tener claro que ese fuese el motivo del brote. Pasarían semanas hasta que fue descubierto el origen de la catástrofe sanitaria de enormes dimensiones que se avecinaba y años hasta que se comprendieron los procesos que intervinieron en su desarrollo.