¿Quién no ha visto que se organizaba, o incluso ha presenciado, alguna feria o muestra sobre temas de salud en su localidad o ciudad?
La organización de este tipo de eventos puede ser tanto privada como pública. Para un ayuntamiento significa demostrar preocupación por la salud de sus ciudadanos, y las imágenes de estas muestras en los medios de comunicación son interesantes (políticamente hablando) Desde el ámbito privado el poder promocionar aquello que se comercializa bajo el paraguas del interés por el prójimo también resulta interesante. En el fondo, eso si, el interés por el bienestar ajeno es común (aunque, como veremos, no siempre con métodos acertados)
El problema es que, en mayor o menor medida, rara es la feria de salud que no cuenta con expositores de pseudociencias infiltrados (y a veces sin disimular) entre sus stand, charlas…
Un ejemplo de muestra sobre salud
Ayer tuve la ocasión de acercarme a una de estas muestras, organizada por las concejalías de Participación Ciudadana y de Sanidad. Respecto a la edición del año pasado tuvo mayor afluencia, que además aprovecharon una estupenda mañana para pasear. Y sobre los stands faltó alguna herboristería y, en especial, una asociación de reiki.
Haciendo un breve resumen de las actividades y expositores de esta edición 2014 encontrábamos demostraciones de un gimnasio, para los niños varias mesas con dibujos para colorear, podíamos conocer nuestra presión arterial, hacernos la prueba de la diabetes, otros vendían productos tipo «gimnasio» con proteínas y similares, una asociación local dedicada a informar sobre el TDAH, otra sobre que las enfermedades psicológicas no deben ser un estigma sino que deben tratarse.
Dentistas, ópticos, aparatos de audición… incluso aspiradoras y máquinas de cocina tuvieron su espacio. Para personas mayores hubo también algo de gimnasia. Un par de consultas psicológicas también estuvieron presentes.
Los infiltrados
Pero no todo iba a estar dentro de unos márgenes razonables de seriedad. La homeopatía tuvo presencia, eso si, muy muy pequeña, gracias a una clínica privada que entre sus servicios ofrece la consulta de esta pseudociencia mediante la presencia de alguien (médico) que hizo ciertos cursos. También parece que en su área de fisioterapia se usa el árnica homeopática en crema de masajes (igual de efectiva que si no la tuviese, claro) que tenían a la venta en el stand (no compré, claro)
Por otra parte, un centro de psicología ofreció además de servicios razonables y acordes a lo esperable, varias pseudociencias: un grupo de meditación (en principio lo menos trascendente, aparenta ser solo relajación y poco más) Sin embargo, la «terapia gestalt» es una pseudociencia bien conocida, con Claudio Naranjo por en medio, donde al paciente se le llama «cliente» (ya indica por dónde va la cosa) Las definiciones de ella que ofrecen muchos de sus defensores es difusa y nada concreta.
Enfoque «holístico» (cómo no), «awareness» y homeostasis (búsqueda de un supuesto equilibrio) son ingredientes de esta creencia mágica que no dudan en ofrecer también para niños con eslóganes como «Los milagros son sólo la consecuencia de atrevernos a creer«. Y para completar la terna, ofrecen los servicios de una «facilitadora de hipnoparto» en un «taller» para embarazadas. «Hipnoparto», «cambiar la conciencia del nacimiento», «empoderamiento»… Además de no tener fundamento racional, estas facilitadoras hacen intrusismo profesional (recordad que aún podéis firmar esta petición en ‘change.org’) La responsable del centro declinó hablar tras mi presentación.
Publicidad en un medio sobre salud
Y la otra aparición pseudocientífica tiene la publicidad y un periódico que se distribuye en centros de salud, etc. en Murcia de forma gratuita: Salud 21 Murcia. Entre páginas viene incluyendo ocasionalmente publicidad de terapias sin efectividad avalada científicamente. Recordamos de unos meses atrás un anuncio de un vergonzoso aparato de ¿agua con hidrógeno? que incluyó el blog «Scientia». Precisamente en la edición que tenían en el stand para su distribución encontramos una anuncio de alguien que hace ¡biodescodificación!
Por tanto preguntamos a la persona que allí se encontraba (que resultó ser su director) qué filtrado hacían para admitir anuncios dado que su publicación es sobre salud. Las respuestas no fueron satisfactorias, pues se basaban en argumentos de autoridad (que tenga nº de colegiado, o pertenezca a una asociación, p.ej.) Su desconocimiento de que el código deontológico médico prohíbe el uso de terapias sin aval de eficacia ilustró el «criterio» aplicado. Esperemos que esta conversación ayude a este medio a mejorar en este aspecto.
Infiltrados: están ahí. Y son detectables
En resumen, las pseudociencias intentan camuflarse de distintos modos en eventos enfocados a un buen fin como es el de la salud colectiva. En otras ocasiones les da igual y organizan sus propios eventos. Si hasta ahora no se habían percatado de ellos esperamos que este artículo les ayude a detectarlas.
