Ayer, domingo 11 de mayo de 2014 se estrenó el reportaje de investigación «Las bolitas de la discordia» del equipo Repor, en Canal 24 Horas de TVE. En él se trató de describir la situación de la homeopatía desde varios puntos de vista, a tenor de la próxima regulación de este producto en España. Para ubicarnos un poco mejor, recordarles que el pasado 27/11/2013 el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicaba un proyecto de Orden Ministerial por el cual nuestra legislación en este área se adaptaría a la européa, incluyendo dos tipos de productos: unos que no declararían efecto terapéutico, que tan solo tendrían controles de seguridad e higiene del producto, y una segunda categoría para aquellos que alegasen un efecto concreto, que tendrían que demostrarlo mediante los pertinentes estudios científicos (nuestra convicción era que la mayoría o todos irían a la primera categoría)
El reportaje de la periodista Alicia Gómez arranca con una de tantas definiciones de «homeopatía», en concreto esta: «Sistema curativo que aplica a las enfermedades, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producen al hombre sano síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir«. Entonces se adentra en la sede madrileña de Boiron, la multinacional que exporta sus productos a 80 países y que en 2013 facturó 618 millones de euros. Tiene su sede central en Francia.
En esta sede el equipo es atendido en primer lugar por Susana Díaz, directora técnica de la planta, que comenta las normas higiénicas que tienen (cosa habitual e intrascendente en industrias de este tipo) Entonces pasa a explicar cómo se fabrican los productos. Un primer punto curioso es que la sede de Madrid recibe «tinturas madre» y también tinturas ya diluidas. Es decir, no se produce el producto por completo en Madrid, pues parte ya viene «precocinado». A partir de esa «materia prima» realizan diluciones 1/100, comentando la Sra. Díaz que la más habitual es la 30CH, pudiendo llegarse a 200CH.
No es de extrañar, por tanto, que en tan solo una habitación (calculo 25/30m2 y con mucho espacio libre) tengan TODAS las tinturas y diluciones de sus productos. Con tan solo una gota de «cepa» obtienen muchísimo producto final, más si tenemos en cuenta lo que comentan más adelante. Sin seguir el orden del programa, vamos a seguir con la Sra. Díaz y sus declaraciones. Por un lado, a la pregunta “¿Qué pasa en esta agitación?”, responde “La estructura molecular de esa dilución es diferente si está agitado que si no está agitado” Y añade, a la cuestión de si tiene soporte de científicos, que “Hay muchísimos que dicen que si” (una falacia ad populum tremenda)
Pero no contenta con eso, la Sra. Díaz comente una grave contradicción tras hacerse la dilución: “Lo que no queda son partículas, que si lo analizas químicamente daría negativo”. Por un lado, la directora técnica de Boiron reconoce que en el producto final no queda principio activo. Y por otro es incoherente ya que en si en la disolución final no hay principio activo, ¿cómo puede este transmitir sus características según su teoría (absurda a más no poder) de «la memoria del agua»?
Como «razonamiento» a la lógica pregunta de la entrevistadora (“¿Si no queda rastro a nivel químico, cómo se explica entonces que funcione?”), y una vez la Sra. Díaz intuye que no debe contestar a nada más, responde con el siguiente (y absurdo) circunloquio: “La homeopatía no hay un mecanismo único para todos los medicamentos, trabajamos con muchísimas sustancias, para algunas se conoce el mecanismo de acción y para otras aún se está estudiando”.
Otro representante de Boiron, Miguel Barelli (Director de relaciones institucionales) confirma algunas cosas muy interesantes, además de defender el café diluido como somnifero (¡cómo no!) y mencionar Oscilococcinum como su «best seller»:
“Estos son los medicamentos para los que vamos a pedir indicación terapéutica concreta” ”Las autoridades españolas nos exigirán pruebas estudios y evidencias semejantes a las que nos piden en otros países, y en otros países no se piden ensayos clínicos. Un ensayo clínico no es para demostrar la calidad y la seguridad de un medicamento, sino únicamente para responder a la pregunta de la eficacia en unas condiciones muy particulares que son ¿instalaciones? (fundiciones) de hospitales que no son las condiciones reales de tratamiento de una persona normalmente”
Importante lo primero, por que querría decir que los pondrían en la segunda clase de productos, los que tendrían que demostrar su efectividad sobre la indicación terapeutica expresada. Sin embargo, las siguentes palabras ya nos indican que (nuestro gozo en un pozo) tal cosa no ocurrirá, y que no pondrán sus productos a testear clinicamente (cosa que además esta persona desacredita de un modo irracional, mereciendo un «vaya tela», sin duda), usando el lenguaje ambiguo para seguir mintiendo sobre sus productos.
Las respuestas desde la ciencia entran en escena gracias al médico de familia Vicente Baos (creador junto a Javier Sorribes y Rafael Bravo de la iniciativa #NoSinEvidencia) con la claridad lógica con que se debe contestar a lo irracional: «Si un medicamento, llamado “homeopático”, se va a autorizar y se va a evaluar sin haber tenido o pasado los requisitos de cualquier otro medicamento, que es ensayos clínicos correctamente realizados, evaluación de eficacia y seguridad e indicación terapéutica, nos parece que decir que eso es un medicamento contrario a la razón, a la lógica y a la ciencia médica actual«. También expresó su opinión de que detrás de tanta palabrería solo se esconde un placebo. Y debe pesar en la conciencia de aquellos farmaceuticos que la recomiendan sin informar de lo que es.
Espectacular el fragmento que se desarrolla en la farmacia homeopática de Aurea Roa, como ya delata la leyenda en su escaparate: «La salud es el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma. Bach” Y es que esta señora comenzó por negocio a tener homeopatía en su establecimiento (por la cercanía del «hospital homeopático de San José» de Madrid) Entonces, dice, “Conocí a Hanneman y me enamoré de él”. La señora, que en el momento de realizarse el reportaje estaba a punto de jubilarse, lanza incoherencias varias. Por un lado dice que el 70% de sus ventas son de homeopatía, que según ella funciona de este modo: “La homeopatía llega al sistema inmunitario y le da un golpecito, “paff”, y el sistema inmunitario reacciona”.
Para continuar, algo que sabemos que no es cierto: “¿Tener una farmacia homeopática es un negocio?” “Pues no, tienes que tener un stock y es amplísimo, son 2.000 medicamentos. Deja muchísimo más margen la alopatía”. Bien es sabido que la presencia de la homeopatía en las farmacias españolas y su recomendación es posible gracias a los ámplios márgenes que los fabricantes ofrecen a las farmacias. Y a renglón seguido lanza una afirmacion más propia de la orinoterapia: “Nuestro cuerpo es una máquina perfecta, tiene todo para curarse”. Y «remata la faena» diciendo que “Morirnos nos vamos a morir todos, los que usamos homeopatía un poco más sanos”. Casi nada. Y unas cuantas falacias más, como el homeopatía en Suiza («hay tanta gente tonta en el mundo«)
Como anécdota, hoy en día esta farmacia es regentada tras su jubilación por Eva González, defensora a ultranza de las pseudociencias. y ha cambiado su nombre a otro que creemos más apropiado: «Farmacia Santísima Trinidad» (cierto que por la calle dónde se ubica, claro). Para la Lda. González el descrédito de la homeopatía viene de “[…] la ignorancia por parte de los profesionales sanitarios, puede ser por compañías farmacéuticas…” Es decir, tiene una conspiranoia.
«Relevante» también la opinión de un homeópata veterano, Xabier Díez Llambrich, que en resumidas cuentas viene a decir que no sabe cómo actúa lo que receta, y lo compara, demostrando que cualquier cosa vale para defender la homeopatía, con el paracetamol. Y deja una afirmación para que la examine su colegio oficial: “Lo que cura es la homeopatía y el medicamento convencional lo que hace es tratar los síntomas para que en el momento de la crisis esté mejor”.
Y vemos cómo transcurre una de sus consultas, que concluye para una paciente alérgica con 90 euros menos en su cartera y frases también para la historia médica: «He decidido probar la homeopatía, primero porque he escuchado a otra gente que le ha funcionado. Si a alguien le funciona, algo habrá. Y si realmente es placebo pero me funciona, pues bienvenido sea el placebo” Mucha suerte desde aquí y la recomendación de que no abandone los antiestamínicos, salvo que prefiera esa dolencia a los efectos secundarios (cansancio, etc.)
Otras dos perspectivas favorables a la evidencia científica en los medicamentos al final del reportaje: Jesús Purroy, que presentaba en Barcelona su libro «Homeopatía sense embuts«. En este fragmento lo mejor es la pregunta de la entrevistadora: «¿Estamos hablando de la institucionalización de una estafa?». El Sr. Purroy evade un poco la respuesta, cosas de nuestro sistema legal.
Y Joan Ramón Laporta (Fund. Inst. Català de Farmacología) ahonda en el efecto placebo, advirtiendo de un posible efecto secundario que conocemos bien en esta web: que se tenga confianza en la homeopatía para llegar a abandonar un tratamiento convencional. Compara este producto pseudocientífico con el «agua bendita», ya que a lo único que se obliga es a que estén en condiciones saludables e higienicas. Y otra frase del Sr. Laporta muy importante: «El malestar no es una enfermedad. Cuando uno tiene malestar (esto) no se cura en un médico«.
Y un gesto: cuando la periodista le pregunta si «¿esto está demostrado?», como buen científico, el Sr. Laporta la invita raudo a su mesa de trabajo para mostrarle estudios (no se anda con rodeos como los defensores de la homeopatía)
Dejo para el final a los veterinarios que aparecen. Nuestra más enérgica repulsa a aquellos aprovechados que usan homeopatía en animales y niños. Están indefensos, no pueden decir no, y sus amos o padres no siempre saben lo que es mejor para ellos. Y las consecuencias es más fácil que sean fatales, como un lector nos contó hace unos meses de perros tratados con homeopatía que murieron con terribles sufrimientos. Lo mínimo exigible sería que a estos elementos insensibles y monetizados se les retire la licencia y se les prohiba la práctica.
Conclusión
Un interesante acercamiento a distintos puntos de vista sobre esta pseudociencia comercial. Los defensores (con intereses diversos) incurren en incoherencias, falacias y circunloquios con el fin de evitar afrontar la realidad: carecen de base científica o evidencia de que la homeopatía funcione. En este marco, un gobierno con un único afán recaudatorio puede cometer un error histórico que será usado, sin duda alguna, de forma falaz por este intrincado mundo de los que se benefician la credulidad de la gente desinformada.
Gracias a ReporTVE por autorizarnos a usar imágenes de su reportaje.
Por cierto, curiosamente la Sra. Aurea Roa ahora da «cursos» sobre homeopatía: http://www.asefarma.com/vistas/contenido/asefarma-organiza-un-curso-de-especializacion-sobre-los-remedios-naturales-que-se-ofrecen-desde-la-farmacia-la-homeopatia.aspx
Buenos días, también soy veterinaria y es verdad que encima en nuestro campo ni siquiera hay el más mínimo control. En la isla de Gran Canaria tenemos a un personaje que dice ser Naturópata Albeitar, que ni es veterinario pero que ha montado su clínica y está engañando a muchos, ni colegio, ni autoridades han hecho nada al respecto, es muy triste engañar a la gente y como ustedes comentan….los animales no toman decisiones propias, están totalmente indefensos ante tanto estafador con piel de cordero.
En lo que esté en nuestras manos trataremos de hacer que esas prácticas cesen lo antes posible. Hará falta trabajo y compromiso también de todos para hacerle llegar estas situaciones a las personas adecuadas. Cada uno poniendo su granito de arena, y al final tendremos una montaña.
María, ¿en serio el Colegio no ha hecho nada de nada?, porque pasa (por desgracia) que un veterinario con su licenciatura engañe a la gente vendiendo bolitas de azucar o poniendole agujas a un gato, pero cuando un no licenciado ejerce como tal, con bolitas y agujas o sin ellas, el Colegio debe intervenir y acusarlo de intrusismo profesional, como ha hecho en otras ocasiones, por ejemplo, en vendedores de mascotas y peluqueros caninos que vacunaban perros y gatos y extendían cartillas. Al parecer, tú y yo podemos estafar a nuestros clientes, pero para eso primero tenemos que sacarnos el título. Ese señor, a lo más que podrá es a ofrecerse como curandero o algo así. Pero lo de tener una clínica me choca. ¿Qué respuesta os ha dado el Colegio al respecto?
Para el colegio el tema es muy complicado, llevan meses recibiendo quejas pero dicen no poder contratar a un detective para ver q realmente trata animales….mil excusas, los problemas reales del veterinario de clínica son muy complicados por lo q parece. Se q ahora mismo sí q no les ha quedado más remedio q hablar e intentar hacer algo con el abogado, pero parece q es más difícil empapelar a un estafador a secas q a un estafador licenciado
Ya. Entiendo que en vuestro caso el problema real es la desidia de ese Colegio en particular, aquí eso no se da. Tal vez deberíais notificar el hecho a «instancias superiores», es decir, al Colegio de Madrid (supongo, no sé cómo va el organigrama). El intrusismo ya es grave, pero aquí se juntan dos cosas, ambas graves a mi juicio, que solo benefician a una persona (el estafador). El deber del Colegio es proteger el interés de sus colegiados, si no no tiene razón de existir. Y es lo que da garantías al público cuando acude a un profesional colegiado (de cualquier profesión). Ánimo, a seguir presionando para que esa actuación desaparezca.
Hola. ¿Sería posible un enlace (o varios) en la afirmación «un lector nos contó hace unos meses de perros tratados con homeopatía que murieron con terribles sufrimientos»?. Soy veterinaria, y veo como cada vez más se extienden como algo normal y aceptable (incluso recomendable) «medicinas» de este tipo, homeopatía, acupuntura, osteopatía….. sin que nadie ponga ninguna objeción al respecto. Tengo vistos artículos en revistas de renombre en España donde explican el caso del perro tal tratado en la clínica cual con acupuntura, con un mensaje subliminal de «si le ha funcionado a este perro, es que funciona». Hace tiempo incluso hice un curso de homeopatía, pensando que me perdía algo (creyendo poder aportar una solución a las mascotas enfermas que la ciencia, por ahora, desahucia). Y cuanto más profundizaba, menos sentido tenía todo. Eso sí, ahora tengo muy claros los conceptos, 🙂
De ahí que me gustase leer esos comentarios, porque ya pasamos del efecto placebo y del «no es peligroso», a «has matado a tu mascota por negarle atención veterinaria SERIA». Y por supuesto, el Colegio Veterinario correspondiente debería decir algo al respecto, aunque sin denuncia previa por negligencia, es altamente improbable. Además, leo también anuncios en la revista colegial sobre cursos y masters de estas materias, junto con las de cuestiones reales y probadas científicamente. Resumen, este tema nos invade también a los veterinarios, y más de un listo se aprovecha porque hay clientes que lo demandan (para más de uno es más practico darle lo que pide que explicarle la realidad).
Siento el rollo, el tema me toca de cerca, y escuece ver cómo se extiende a pesar de los esfuerzos de muchos por dejar las cosas claras.
Muchos ánimos con el blog.
Compartimos como ves tu postura, por lo que además implica una práctica así en enfermedades graves de seres indefensos.
En cuanto a la afirmación, se trata de casos que estamos tratando de completar lo antes posible para publicarlos en la sección que hay precisamente a la espera para abrir con esto. Te avisaremos en cuanto estén para que tengas ejemplos (muy tristes) a mano.
¡Muchísimas gracias por los ánimos!
Sigo sin dar crédito a la cantidad de farmacias que venden productos homeopáticos junto al resto de medicina convencional… ¿de verdad no tienen un mínimo de pensamiento crítico y cargo de conciencia por engañar de esa forma? Sin duda esta pregunta es retórica… En fin, sigamos luchando contra las pseudociencias, y mi más sincera enhorabuena por la construcción de esta página.
Un saludo
Del todo incomprensible, y escudandose, como dicen en el reportaje, en argumentos tan absurdos y risibles como que la medicina convencional es «química» y la homeopatía algo «natural».
Muchas gracias a tí por tu apoyo.
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